La nueva regulación europea del glifosato podría relajar el control de la contaminación del agua

La nueva propuesta europea eleva drásticamente los niveles permitidos del herbicida, hasta 398,6 microgramos por litro, frente al actual límite de 0,1, lo que podría legalizar una contaminación generalizada y poner en riesgo la salud pública.


La reciente propuesta de revisión de la Directiva de Sustancias Prioritarias de la Unión Europea, que actualiza las normas de calidad ambiental para contaminantes en aguas superficiales y subterráneas, ha generado alarma entre las organizaciones ecologistas por el aumento del umbral permitido de glifosato, uno de los herbicidas más extendidos y polémicos del mundo.

El texto propuesto por las instituciones europeas —Comisión, Consejo y Parlamento— establece un nuevo límite de 398,6 microgramos de glifosato por litro de agua, lo que supone un incremento de 4.000 veces respecto al nivel actual de 0,1 microgramos por litro fijado por la Guía para la evaluación del estado de las aguas superficiales y subterráneas, empleada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) para el control de la contaminación.

España podría mantener los límites actuales
Aunque la directiva europea se encuentra ya en fase final de aprobación y previsiblemente se adoptará antes de final de año, España no está obligada a aplicar los nuevos límites. En este contexto, Ecologistas en Acción ha instado al MITERD a mantener el valor vigente, mucho más estricto y protector, con el fin de preservar la calidad de los ecosistemas acuáticos y la salud pública.

La organización advierte que aumentar 4.000 veces la cantidad legalmente permitida de glifosato podría ser “tentador”, ya que muchas aguas contaminadas aparecerían como legalmente limpias, pero en la práctica equivaldría a legalizar una contaminación muy elevada que agravaría el deterioro ambiental de los ríos, lagos y acuíferos españoles.

Un tercio de las aguas españolas ya está contaminado
Según datos oficiales recogidos por Ecologistas en Acción en su estudio “Nadando en glifosato”, elaborados a partir de los análisis del propio MITERD durante los años 2021 y 2022, uno de cada tres puntos de control del país presenta presencia de glifosato. Este herbicida, ampliamente utilizado en la agricultura y zonas urbanas, está catalogado como sustancia potencialmente peligrosa para la salud humana y la biodiversidad acuática.

La organización subraya que elevar los límites legales podría dificultar la detección de la contaminación real, reduciendo los estándares de protección ambiental y, a medio plazo, incrementando los costes de potabilización del agua si el compuesto alcanza los sistemas de abastecimiento.

Un riesgo evitable para la salud y el medio ambiente
El glifosato, principio activo de productos como el popular Roundup, ha sido objeto de numerosos estudios científicos y controversias sobre su posible carácter cancerígeno y sus efectos sobre la fauna acuática. Ecologistas en Acción insiste en que la revisión propuesta “pone en peligro la salud pública y la protección ambiental”, y reclama que España “mantenga su actual nivel de exigencia, acorde con el principio de precaución y la normativa nacional de calidad del agua”.

El debate llega en un momento crucial, cuando la Unión Europea intenta equilibrar la protección ambiental con la presión de sectores agrícolas e industriales. Sin embargo, organizaciones científicas y ambientales coinciden en que relajar los límites supondría un paso atrás en la lucha contra la contaminación difusa y el cumplimiento de los objetivos de la Directiva Marco del Agua.

 

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