Éxito de la manifestación en Llíria contra la macroplanta de biometano: “No somos un trámite administrativo, somos personas, familias, vecinos”
Cientos de vecinos del Camp de Túria y la Serranía se concentran para exigir la paralización del proyecto y reclamar transparencia y participación ciudadana
La manifestación celebrada el sábado 8 de noviembre en Llíria
se convirtió en una masiva muestra de unidad ciudadana
e institucional contra la construcción de la macroplanta de biometanización prevista en el término municipal.
Convocada por la asociación Camp de Túria y la
Serranía, y encabezada entre otros por el alcalde de Casinos, Miguel Navarré Sancho, la
protesta reunió a centenares de vecinos y
representantes municipales que expresaron su rechazo al
proyecto y exigieron una revisión completa del proyecto por su posible impacto
ambiental.
Una voz unida por la salud, el territorio y el futuro del Camp de
Túria
La concentración, que partió desde el edificio de la Mancomunidad
Camp de Túria, reunió a participantes de toda la comarca que
portaban pancartas con mensajes como “Me lo venden como verde pero es un marrón”
o “Aquí hay algo que huele muy mal”.
Durante el acto, se leyó el manifiesto
oficial, a cargo de Carla Granero,
portavoz de la asociación convocante, quien agradeció la respuesta masiva de la
ciudadanía y recordó que “este pueblo no ha sido escuchado desde 2021, cuando
empezó a diseñarse este proyecto a puerta cerrada”.
Apoyo institucional y la advertencia sobre los riesgos ambientales
El alcalde de Casinos, Miguel Navarré,
encabezó la marcha junto a representantes de varios municipios de la comarca.
En su intervención, insistió en que “no se trata solo de Casinos, sino del
futuro del Camp de Túria en su conjunto”, alertando de los riesgos que la
planta podría suponer para la salud
pública, los acuíferos, la agricultura y el turismo rural.
La asociación
promotora subrayó que proyectos similares en otros puntos de España han
generado problemas de olores, contaminación y pérdida de población rural,
y pidió a las administraciones “actuar antes de que sea tarde”.
“La sostenibilidad no puede servir de excusa para ocultar
intereses privados”
El manifiesto incidió en que los vecinos no están en
contra de la energía verde, sino de la falta
de transparencia y de la magnitud del proyecto, que apenas
generaría “una decena de empleos” a cambio de “sacrificar la calidad de vida y
el entorno natural”.
“Hoy decimos basta —proclamó Granero—. La transición ecológica no puede construirse sin la gente, y la sostenibilidad no puede servir de excusa para ocultar intereses privados. Defendemos nuestro territorio, nuestro aire, nuestra agua y nuestra salud”.
Unidad y determinación
La marcha concluyó en un ambiente pacífico pero firme. Los convocantes
anunciaron que seguirán promoviendo acciones
legales, informativas y de movilización hasta que se garantice
la paralización definitiva del proyecto.
“Este
manifiesto es solo el principio”, afirmó Granero al cerrar el acto. “Hoy
levantamos la voz para que nunca más se tomen decisiones a espaldas del pueblo.
Porque no somos un trámite administrativo, somos personas, familias y vecinos.
Y aquí estamos, defendiendo lo que es de todos”.









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