La Fe identifica un biomarcador que predice la disfunción severa del corazón recién implantado
En el grupo de investigación se encuentran el chelvano Manuel Portolés y la tuejana Estefanía Tarazón
El Grupo de Investigación en Disfunción Miocárdica y Trasplante Cardíaco del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València, del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y del CIBERCV, ha identificado un biomarcador que predice la disfunción severa del corazón recién implantado.
En concreto, los investigadores han hallado que los
niveles plasmáticos de SERCA2a antes del trasplante cardíaco predicen el
desarrollo de una grave complicación, por lo que este descubrimiento
"puede ser de gran ayuda en el estudio de pacientes con riesgo de fallo precoz
del corazón trasplantado".
El fallo primario del injerto (FPI) es la
complicación precoz más grave tras el trasplante cardíaco y es la principal
causa de mortalidad en los primeros 30 días después del procedimiento. Se
define por la presencia de disfunción severa del corazón recién implantado que
no puede ser atribuible a causas identificables como el rechazo agudo, hipertensión
pulmonar severa o complicaciones del procedimiento quirúrgico, y su prevalencia
es variable, llegando al 30 por ciento en algunas series.
Tal y como señala el doctor Luis Martínez-Dolz, jefe
del servicio de Cardiología del Hospital La Fe y responsable del Grupo de
Investigación en Disfunción Miocárdica y Trasplante Cardíaco del IIS La Fe,
"dada la frecuencia y gravedad de esta complicación, se hace necesario
avanzar en el estudio de predictores de este evento que faciliten un manejo más
individualizado en la estrategia del trasplante". Este trabajo ha sido
publicado en la revista científica 'Transplantation'.
Esta disfunción puede requerir para su tratamiento
altas dosis de medicación intravenosa para aumentar la potencia contráctil,
incluso la colocación en los casos más severos de un soporte circulatorio
mecánico hasta conseguir, en caso de evolución favorable, una recuperación de
la función cardíaca.
Análisis de
135 pacientes
El estudio, liderado por Luis Martínez-Dolz, jefe de
Servicio de Cardiología del Hospital La Fe, ha analizado prospectivamente 135
pacientes trasplantados de forma consecutiva en dicho centro en los últimos
años, recogiéndose en las horas previas al trasplante muestras de sangre venosa
para el análisis de SERCA2a.
SERCA2a es responsable de la recarga de calcio del
retículo sarcoplásmico de las células miocárdicas durante la diástole y juega
un papel importante en la modulación de la insuficiencia cardíaca,
contribuyendo directamente al deterioro tanto de la contracción como de la
relajación del corazón.
Trabajos previos del mismo grupo también han
confirmado la vinculación de una menor expresión de SERCA2a y una disminución
de sus niveles plasmáticos a la presencia de una peor función del corazón en el
ámbito de la insuficiencia cardíaca, así como a un papel relevante en el
diagnóstico no invasivo del rechazo tras el trasplante.
Fallo primario
del injerto
La incidencia de Fallo Primario del Injerto (FPI)
global y FPI severo (con necesidad de asistencia circulatoria) en la población
estudiada fue del 27% y del 14%, respectivamente. Se observó una mortalidad a
30 días del 35% en la cohorte global, llegando al 58% en aquellos con FPI
severo. Los pacientes con mayores cifras de bilirrubina, menores niveles
plasmáticos de SERCA2a y aquellos que llevaban asistencia circulatoria previa
al trasplante, desarrollaron con mayor frecuencia FPI.
"En este sentido, la necesidad de soporte
circulatorio previo al trasplante es una variable tradicionalmente asociada al
desarrollo de FPI, sin embargo los niveles de SERCA2a no se correlacionaron ni
con la necesidad de asistencia ni con los niveles de bilirrubina
pre-trasplante, variables tradicionalmente asociadas a un paciente más enfermo.
Esta circunstancia confiere a SERCA2a una especial relevancia en la predicción
de este evento tan grave en la evolución precoz del paciente trasplantado cardíaco",
según explica Silvia Lozano Edo, residente de Cardiología y primer firmante del
estudio.
Según el doctor Martínez-Dolz, "los resultados
de este estudio con SERCA2a son muy interesantes y esperanzadores, ya que
podrían ayudar a identificar pacientes que se trasplantan con previsible mala
evolución precoz para intentar optimizar la estrategia del trasplante, ayudando
en la toma de decisiones y en el manejo individualizado de estos
pacientes".
En este sentido, "es necesario, todavía validar
estos hallazgos en otros centros hospitalarios y con más pacientes para
confirmar la utilidad de este biomarcador e incorporarlo al uso clínico",
apuntan los investigadores.
El trabajo de los investigadores ha merecido también
la atención especial de la Transplantation Society que ha dedicado un
editorial, que aparecerá junto al artículo el próximo mes de junio. Los
doctores David Baran (Sentara Heart Hospital, Norfolk, Virginia) y Hannah
Copeland (Lutheran Hospital, Fort Wayne, Indiana), autores del editorial, han destacado
la importancia del trabajo en la búsqueda de biomarcadores que predigan la
aparición de este evento clínico tan grave tras el trasplante, especialmente
cuando este procedimiento tiene lugar en pacientes con una asistencia
circulatoria.
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