Cruz Roja distribuye cerca de 600 toneladas de alimentos en la provincia de Valencia
+ TURIA | La distribución de los alimentos la
llevan a cabo Cruz Roja Española y la Federación Española de Bancos de
Alimentos(FESBAL), un 50% cada organización
Cruz Roja Española distribuirá
durante el próximo mes un total de 595.816,600 kilos y litros de alimentos
entre personas vulnerables dentro de la segunda fase del Programa 2019 de Ayuda
Alimentaria.
Este Programa, cofinanciado en un 85% por el Fondo de Ayuda
Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y en un 15% por el
presupuesto nacional, incluye la distribución total de más de 96 millones de
kilos de alimentos en todo el país.
La distribución de los
alimentos la llevan a cabo Cruz Roja Española y la Federación Española de
Bancos de Alimentos(FESBAL), un 50% cada organización. Desde los centros de
almacenamiento de las dos organizaciones se distribuirá a organizaciones
asociadas de reparto, que los harán llegar a las personas más desfavorecidas,
de manera que éstas puedan preparar fácilmente una comida completa para una
persona o para una familia con varios miembros, incluidos bebés.
En esta segunda fase del
Programa de Ayuda Alimentaria, Cruz Roja Española trabajará en la provincia de
Valencia con 75 entidades participantes, entre las que figuran 26 asambleas
locales y 49 organizaciones como ayuntamientos, mancomunidades, fundaciones,
ONG, iglesias. Más de 140 voluntarios y voluntarias participan directamente en
el proceso. En total, Cruz Roja repartirá alimentos a 18.694 personas, de las
que 726 son menores de 2 años.
Los alimentos son de
carácter básico, poco perecederos, de fácil transporte y almacenamiento. En la
“cesta de alimentos” de este año se han hecho actualizaciones y se han
incorporado algunas novedades. Los alimentos que se entregarán son: garbanzos
cocidos, pasta alimenticia espagueti, macedonia de verduras en conserva, pera y
macedonia de frutas en conserva, atún y sardinas en conservas, conserva de
cerdo (magro), batidos de chocolate, arroz blanco, leche UHT, tomate frito,
galletas, tarritos infantiles de fruta y de pollo, y aceite de oliva.
Se trata de alimentos
especialmente nutritivos, que van a contribuir a satisfacer las necesidades de
personas adultas y, de manera especial, de los menores. Esta cesta ha sido
elaborada con la colaboración de la Federación de Bancos de Alimentos, Cruz
Roja y de expertos en nutrición de los Ministerios.
Valoración del programa FEAD por los usuarios y las
organizaciones
Cruz Roja Española y la
Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), las dos entidades seleccionadas
por el FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) como Organizaciones Asociadas
de Distribución, presentaron el pasado 24 de octubre de 2018 las conclusiones
del boletín sobre la vulnerabilidad Nº 16, donde evaluaban el impacto del Fondo
de Ayuda Europea para las personas más desfavorecidas en España (FEAD) y
recogían la valoración y las propuestas de mejora realizadas por más de 27.000
personas beneficiarias, los equipos de Cruz Roja y FESBAL y representantes de
más de 3.000 organizaciones asociadas de reparto (OAR) que participan en la
distribución de alimentos en todo el territorio.
Las principales
conclusiones del estudio reflejaban que el programa FEAD es muy valorado por
las personas beneficiarias y se configura como una herramienta que contribuye a
paliar formas extremas de pobreza, siendo un importante instrumento de apoyo a
la alimentación familiar, aunque sólo cubre de forma parcial las necesidades de
la dieta familiar.
Para las personas
beneficiarias se trata de un apoyo fundamental “que les saca de muchos apuros”.
Las organizaciones implicadas en el programa señalaban que el programa cumple
el objetivo y constituye un factor clave en la detección de problemáticas
sociales.
El perfil de las personas beneficiarias del programa
FEAD
Según los datos
aportados en la investigación conjunta que se presentó en octubre de 2018, el
90,2% de las personas beneficiarias del programa vivía en situación de pobreza
extrema y el 52,4% estaba en paro de larga duración. Un dato destacable fue que
entre la población atendida se encontraban personas que estaban trabajando en
ese momento.
Además, el 71% de las
personas beneficiarias del programa fueron mujeres, en 3 de cada 4 hogares
había niños y niñas menores de 15 años y en el 16% de los hogares había
personas con discapacidad. La población atendida presentaba problemáticas en
múltiples ámbitos: escasez de ingresos, desempleo, problemas de vivienda, de
salud, entre otros.
Estos datos mostraban
que las personas y familias beneficiarias del Programa FEAD presentaban condiciones
socioeconómicas y ocupacionales extremadamente precarias: el 36% llevaba entre
3 y 5 años o más en el programa, lo que apunta un claro riesgo de cronificación
de las situaciones de pobreza y carencia material.
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