Benaguasil se convierte en “municipio piloto” para un estudio sobre cubiertas vegetadas
+ TURIA | Liderados por investigadores del IIAMA
se trata de una medida de adaptación al cambio climático en el Mediterráneo
Un estudio liderado por
investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la
Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV) demuestra que las cubiertas
vegetadas son una medida efectiva de adaptación al cambio climático en el
Mediterráneo, ya que proporcionan buenos rendimientos hidrológicos y reducen la
producción de escorrentía en origen.
Esta es la principal
conclusión del artículo “Hydrological Performance of Green Roofs at Building
and City Scales under Mediterranean Conditions”, publicado en la revista
científica Sustainability y que ha sido realizado por Ignacio Andrés Doménech
(IIAMA-UPV), Sara Perales Momparler (Green Blue Management), Adrián
Morales-Torres (iPresas) e Ignacio Escuder-Bueno (IIAMA).
La investigación ha
comparado el rendimiento hidrológico de una cubierta vegetada y una cubierta
convencional bajo condiciones climáticas mediterráneas en dos escalas
diferentes: a nivel de parcela o edificación, y a escala de ciudad.
“Diferentes estudios
señalan que el rendimiento de esta infraestructura verde varía en gran medida
por su exposición hidroclimática, especialmente con respecto al régimen de
lluvia (frecuencia, volúmenes de lluvia) y las condiciones de humedad del
suelo, por lo que era necesario cuantificar su rendimiento en una zona con un
clima seco, como el Mediterráneo”, explica Ignacio Andrés.
De hecho, el
investigador del IIAMA recuerda que la Comisión Europea reconoce la gestión de
las aguas pluviales en las ciudades, como uno de los desafíos más importantes
en la lucha contra el cambio climático, “siendo las cubiertas vegetadas una
tipología de infraestructura verde que puede ayudar a mejorar la mitigación y
adaptación al cambio global”.
Caso de estudio
El estudio se ha desarrollado
en la ciudad de Benaguasil (València), donde en 2014 se rehabilitaron 315 m 2
de cubierta convencional en un edificio público convirtiéndola en cubierta
verde.
Se instaló un
pluviógrafo para analizar los datos de precipitación durante el período monitorizado,
de junio de 2014 a junio de 2015. Asimismo, se monitorizaron los flujos
generados por parte de la cubierta convencional adyacente, con una superficie
de 240 m 2. Por otro lado, para analizar la eficiencia de la cubierta vegetada
a largo plazo, se analizó mediante modelación matemática la respuesta de ambas
cubiertas para la serie pluviométrica durante el período de 1990-2006, tal y
como explica Ignacio Andrés Doménech.
“Para realizar la
investigación, se desarrolló un modelo hidrológico utilizando el software SWMM
(Storm Water Management Model) de la EPA (United States Environmental
Protection Agency). En este sentido, la calibración y validación del modelo a
escala de edificio, se realiza con los datos registrados en ambas cubiertas,
mientras que el rendimiento hidrológico a largo plazo se estima mediante la
simulación de la serie histórica de lluvias de 17 años de duración. Por último,
el efecto de las cubiertas vegetadas en la respuesta hidrológica a escala de
ciudad se analiza a través de un área urbana hipotética, representativa de las
ciudades de la región” afirma el profesor de la UPV.
Principales resultados
Los resultados obtenidos
en la investigación demuestran que en el largo plazo la eficiencia hidrológica
de la cubierta vegetada es alta, y los volúmenes de escorrentía se reducen
significativamente con respecto a los producidos por una cubierta convencional.
Concretamente, a escala
de ciudad los resultados determinan que el rango efectivo de lluvia que puede
ser controlado por la cubierta vegetada oscila entre 15 y 20 mm, que
corresponde a los eventos de lluvia más frecuentes. En este sentido, Ignacio
Andrés sostiene que los coeficientes de escorrentía promedios en condiciones
mediterráneas se pueden reducir hasta un 75%, “en un escenario en el que la
mitad de las cubiertas se transformaran en cubiertas vegetadas”.
Además, el investigador
del IIAMA destaca que a estos beneficios hidrológicos, se agregan otras
ventajas medioambientales y paisajísticas que hacen de este tipo de SUDS “una
solución prometedora para enfrentar los desafíos urbanos causados ??por las
amenazas climáticas”.
¿Qué son las cubiertas vegetadas?
Las cubiertas vegetadas
son un tipo específico de SUDS que consiste en áreas de vegetación viva que se
instalan en la parte superior de los edificios, lo que promueve la reducción de
la cantidad y contaminación de la escorrentía generadas en estas superficies, y
que además, proporcionan servicios ecosistémicos como beneficios estéticos,
valor agregado ecológico y una mejora del rendimiento térmico del edificio.
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