La Fundación Aguas de Valencia pone en marcha una campaña para proteger las tortugas autóctonas del río Turia

+ TURIA | Más de 40 voluntarios participan en la jornada de Seguimiento de Tortugas, en el río Turia, en la que han marcado varios ejemplares de tortugas autóctonas | El abandono de mascotas domésticas está causando serios daños a la fauna autóctona del Parque Natural

La Fundación Aguas de Valencia está desarrollando un estudio de las poblaciones de tortugas autóctonas e invasoras que habitan en el río Turia, con ánimo de estudiar el impacto de las invasoras y, sobre todo, concienciar a la ciudadanía de la necesidad de fomentar una tenencia responsable, ante el abandono masivo de estos reptiles en nuestros espacios naturales.

Esta iniciativa llevada a cabo en colaboración con la Fundación Limne y grupos de voluntarios de las localidades ribereñas se enmarca en el ‘Proyecto Turia’, iniciado hace cinco años por la Fundación Aguas de Valencia. Actualmente, este proyecto de custodia del río incluye la protección y mejora de la biodiversidad de 5 hectáreas de bosque de ribera, donde los voluntarios llevan a cabo diversas actividades: seguimiento de tortugas, reforestación, análisis de la calidad del agua…

Entre 1985 y 1998, destacan las fundaciones implicadas, se produjo una introducción masiva de tortugas acuáticas americanas de la especie Trachemys scripta elegans en la península ibérica con destino al comercio de mascotas. Con el paso del tiempo empezaron a detectarse ejemplares asilvestrados y pronto se hizo patente que podían generar puestas viables. No sólo eso, también se ha ido constatando su capacidad para desplazar a los quelonios autóctonos. La interacción negativa de la invasora con los galápagos autóctonos ha sido ampliamente estudiada, mostrando que la exótica desplaza a ésta en la lucha por el alimento o las plazas de soleamiento, pudiendo producirles pérdidas de peso importantes e incluso la muerte. Además, existe el riesgo de transmisión de parásitos entre galápagos exóticos y autóctonos.

Los indicios de impacto sobre las especies autóctonas motivaron que, en 1997, la Unión Europea prohibiera la importación del galápago de Florida pero esto, lejos de atajar el problema, hizo que el comercio se derivara a otras especies o subespecies. Con todo, en la Comunidad Valenciana se observan ejemplares en la naturaleza diversas especies de tortugas americanas e incluso chinas. En el Turia, destacan los biólogos, se están encontrando ejemplares de dicha tortuga, así como de otras especies o subespecies.

Por otro lado, y pese a la presencia de invasoras, también se están localizando ejemplares del autóctono galápago leproso. Dichos ejemplares se marcan con un código unitario, para estimar el tamaño de su población mediante el análisis estadístico de las capturas y recapturas, así como para ver la evolución de los ejemplares censados a lo largo del estudio o de futuras anualidades.

En el marco de la colaboración entre las fundaciones Aguas de Valencia y Limne se organizan jornadas de voluntariado abiertas a toda la ciudadanía, con ánimo de mostrar cómo se estudian los galápagos autóctonos en el tramo de río que dichas entidades están restaurando.

A través de la restauración impulsada por Global Omnium, a través de su Fundación, se pretende, entre otros objetivos, potenciar la existencia de poblaciones silvestres de galápago leproso en el Parque Natural y los ecosistemas acuáticos que circundan el área metropolitana, ya que estas tortugas vienen sufriendo las consecuencias negativas de las transformaciones de los ríos y humedales litorales, habiéndose constatado la reducción de efectivos y extinción reciente de poblaciones.