Cuatro de las once plagas citrícolas llegadas a nuestro territorio en los últimos años estaban ya presentes en Sudáfrica
+ TURIA | La UNIÓ denuncia que la lucha contra
estos insectos importados de otras latitudes asciende a decenas de millones de
euros cada año
LA UNIÓ de Llauradors
alerta que hasta cuatro de las once plagas citrícolas foráneas introducidas
desde el año 2000 estaban presentes ya en Sudáfrica cuando se confirmó su
detección en nuestro territorio.
La organización agraria recuerda este dato
-referente al país que es primer proveedor no comunitario de cítricos de la UE
y que acapara el mayor número de interceptaciones en frontera por motivos
fitosanitarios- ahora que está pendiente por parte de Bruselas la aceptación de
las nuevas medidas que las autoridades sudafricanas han planteado para mitigar
el riesgo de contagio en sus exportaciones de otras dos plagas de cuarentena no
presentes en nuestra agricultura, la polilla Thaumatotibia leucotreta y el
hongo que produce la ‘Mancha Negra’.
Los planes presentados
por Sudáfrica resultan para La UNIÓ “insuficientes”, en especial el referido a
la Tahumatotibia leuctreta ya que se basan en un supuesto tratamiento de frío
durante la travesía que no ha sido probado ni es reconocido por la comunidad
internacional. De ahí que LA UNIÓ reclame al nuevo ministro de Agricultura,
Luis Planas, que haga valer en la UE el “estatus fitosanitario” español y no
ceda a las presiones sudafricanas.
Un estudio realizado en
2015 por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia/Instituto
Agroforestal del Mediterráneo y la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica)
analizó el ADN del insecto Cotonet de les Valls, detectado en Valencia en 2009
y confirmó que coincidía con el de la zona de Limpopo (Sudáfrica). Dada la
expansión en este país de la Toxoptera citricida –un pulgón que transmite las
cepas más severas del virus de la tristeza y que fue localizado en Asturias en
2004- y su identificación previa en 1994 en la isla lusa de Madeira, la
comunidad científica tiene fundadas sospechas de que pudiera haber llegado
también en algún vegetal (frutos o material para injertar) originario de
Sudáfrica.
En idéntico sentido, un
proyecto del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA), coordinado
por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) trata de
acreditar genéticamente que la psila africana Trioza erytreae detectada en
Portugal y Galicia es también originaria del país sudafricano. No en vano, como
en el caso del pulgón ya citado, antes de aparecer en Tenerife en 2002, lo hizo
también en 1994 en Madeira, para más recientemente (2015) localizarse en zonas
próximas a los dos principales enclaves portuarios portugueses, de Lisboa
(Setúbal) y Oporto, por donde cada año se importan decenas de miles de
toneladas de cítricos sudafricanos.
Los parasitoides contra
el insecto vector de la especie más agresiva de la tristeza de los cítricos y
contra el que transmite el Citrus Greening, enfermedad citrícola más
devastadora del planeta, han llegado también desde Sudáfrica.
El cuarto insecto
foráneo cuyo origen podría ser también sudafricano sería el ácaro Eutetranychus
orientalis, identificado en Málaga en 2002 pero cuya presencia está constatada
en aquel país desde 1990.
LA UNIÓ denuncia que la
constante entrada de plagas y enfermedades foráneas cuesta cada año a las
autoridades españolas -que, en su caso, deben de aplicar medidas de cuarentena
y financiar nuevos proyectos de investigación- y a los citricultores -que
asumen las consiguientes mermas productivas y los costes de nuevos
tratamientos- decenas de millones de euros.
Según un estudio de la
UPV, en lo que llevamos de siglo se han introducido 11 plagas no existentes en
el Mediterráneo (ver gráfico en el que faltaría el Trip del Té ya en proceso de
erradicación en la comarca de la Vega Baja), y hasta 20 si se amplía el periodo
desde 1968.
LA UNIÓ considera que
tal fenómeno parece guardar una relación directa con la evolución de las
importaciones europeas en contraestación, procedentes del hemisferio sur. El
caso de Sudáfrica es paradigmático: en 1995 sus exportaciones de cítricos a la
UE eran sólo de 246.266 toneladas (Tm) pero en 2017 esa cifra se elevó a
742.575 toneladas. En el plano fitosanitario, entre 2005 y 2017 Sudáfrica viene
repitiendo como el país tercero que sistemáticamente lidera el número de
interceptaciones portuarias por razones fitosanitarias (en 8 ocasiones ha sido
el que más rechazos ha acumulado por presentar sus cítricos patógenos de
cuarentena y en los cinco años restantes ha sido el segundo).
Por todo ello, La UNIÓ
exige a la UE que reclame mayor rigor a los protocolos que Sudáfrica presenta
para garantizar la fitosanidad de sus naranjas y mandarinas. Con respecto a los
planes para las dos plagas de cuarentena en cuestión, cabe señalar que en la pasada
campaña aumentaron también las interceptaciones procedentes de territorio
sudafricano por parte de la UE, tanto del hongo de la Mancha Negra (Citrus
Black Spot, CBS) -con 24 rechazos- como de la polilla Thaumatotibia leucotreta
-con 14-. LA UNIÓ también solicita a la Unión Europea que se unifiquen los
criterios aduaneros y que haya un cuerpo de inspectores de la UE en origen.
Comentarios
Publicar un comentario