Vicente Portolés, alcalde del Villar, asiste a una jornada sobre contaminación por ozono troposférico
+ TURIA | La localidad serrana es una de las zonas
más afectadas que sufre episodios de alta concentración de contaminantes
El Alcalde de Villar del
Arzobispo, Vicente Portolés, asistió el pasado martes 29 de mayo, a una jornada
sobre contaminación por ozono troposférico que tuvo lugar en el Centro de Cultura Contemporánea de Valencia.
El primer edil villarenco participó
en la mesa redonda exponiendo el caso de la localidad serrana, una de las zonas
más afectadas por la situación geográfica que tenemos, que provoca que tengamos
episodios de alta concentración de contaminantes.
Además avanzó que el
Ayuntamiento está en permanente contacto con la plataforma de Ozono de la
Conselleria de Medio Ambiente y Emergencias de la Generalitat, para saber
cuándo se superan los niveles de contaminación, en cuyo caso se recomienda a la
población no realizar actividades deportivas al aire libre, y vigilar con
extrema precaución a personas mayores y niños.
Vigilancia del ozono troposférico
PREVIOZONO es el
programa de vigilancia de los niveles de concentración de ozono troposférico en
la Comunidad Valenciana. Este programa de vigilancia se desarrolla desde el año
2000 por la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y
Desarrollo Rural en colaboración con la Fundación CEAM.
La normativa comunitaria
relativa a la calidad del aire ambiente obliga a los estados miembros a
realizar mediciones periódicas de los niveles de concentración de ozono, a fin
de informar a la población de la superación de los umbrales legales
establecidos en la Directiva 2008/50 / EC , trasladada a España a través del
Real Decreto 102/2011, amando con antelación la evolución de dicho contaminante
en las situaciones de concentraciones elevadas.
El programa PREVIOZONO
mantiene una vigilancia e información continuada de los niveles de ozono en la
Comunidad Valenciana con independencia de la ocurrencia o no de episodios de
superación, ofreciendo un diagnóstico de la distribución espacial de los
niveles de ozono, así como un pronóstico a corto plazo de su evolución
previsible durante los meses de abril a septiembre. Durante el resto del año se
mantiene la vigilancia de los niveles de ozono alertando de la superación o no
de los umbrales normativos.
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