La avispilla del almendro se extiende a cuatro comarcas valencianas y su lucha genera 5 millones de sobrecostes
+ TURIA | La plaga ya
está presente en la Plana de Utiel-Requena, el Valle de Ayora-Cofrentes el Alt
Vinalopó y el Vinalopó Mitjà
La expansión de la avispilla del almendro
(Eurytoma amigdali) por tierras valencianas desde su llegada en 2015 está
adquiriendo unas dimensiones cada vez más preocupantes.
Este insecto, decretado como plaga a través de una
resolución de la conselleria de Agricultura, se ha extendido ya a cuatro
comarcas valencianas –la Plana de Utiel-Requena, el Valle de Cofrentes-Ayora y
desde la pasada campaña también en el Alt Vinalopó y el Vinalopó Mitjà– donde
provoca pérdidas millonarias a cientos de productores, al causar tanto un
drástico descenso de la producción como un incremento de los gastos de cultivo.
Según un estudio técnico de la Asociación
Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la lucha contra la avispilla del
almendro ya supone unos sobrecostes de 5 millones de euros anuales para los
agricultores de la Comunitat Valenciana. Y es que el Consell, a través de la
referida resolución, obliga a los afectados a realizar en sus parcelas una
serie de prácticas culturales y tratamientos fitosanitarios que acarrean unos
650 euros por hectárea, una cifra que encarece en un 15% los costes de
producción, ya que esos gastos adicionales corren a cuenta del productor.
Las medidas impuestas por la Generalitat
Valenciana para hacer frente a la plaga consisten en la retirada de todas las
almendras afectadas, tanto en árbol como en suelo, y destruirlas mediante el
fuego durante los meses de invierno con el objeto de suprimir las larvas mientras
crecen en el interior de la almendra, así como efectuar tratamientos
fitosanitarios con los productos autorizados en almendro durante la primavera
para eliminar las larvas que se han transformado en adultos y empiezan a salir
de las cáscaras.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado,
denuncia que “son de nuevo los agricultores quienes acaban pagando de su
bolsillo la lucha contra una nueva plaga que nos llega de fuera, en este caso
de Oriente Medio, por culpa de la pasividad y la incompetencia que viene
demostrando la Unión Europea en materia de vigilancia de enfermedades y plagas
agrícolas. Por eso mismo pedimos que las administraciones pongan en marcha un
plan especial de ayudas que contribuya a aliviar los sobrecostes que ahora
están obligados a asumir los afectados so pena de recibir sanciones”.
Las reuniones informativas que AVA-ASAJA ha
organizado estas semanas en Villargordo del Cabriel, Utiel y Camporrobles han
servido para calibrar el malestar de los agricultores por los problemas que
está causándoles esta peligrosa plaga tanto en las explotaciones convencionales
como en aquellas cultivadas bajo sistemas de producción ecológica. La
organización agraria estima que las mermas de cosecha alcanzan hasta el 80% de
la producción en términos especialmente afectados como Jalance o Venta del
Moro.
“El cultivo del almendro, en el cual muchos
agricultores habían deposito grandes expectativas comerciales, afronta ahora
mismo un panorama muy delicado”, concluye Aguado: “A la avispilla del almendro
hay que sumar la propagación de la Xylella fastidiosa en las comarcas
alicantinas de la Marina Alta, la Marina Baixa y el Comtat, cuyo plan de
erradicación ya se ha traducido en el arranque de cientos de árboles, sin
olvidar tampoco una volatilidad extrema de los precios que dependen, en gran
medida, de las masivas importaciones de almendra californiana que cada año
inundan los mercados europeos a pesar de contar con menor calidad que las
variedades españolas”.
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