La salida a la autovía de Barcelona por la CV-370 será objetivo prioritario para la Diputación en 2018

+ TURIA | La construcción de dos rotondas reordenarán el tráfico y garantizarán la seguridad vial en este punto negro de la red viaria
La Diputación de Valencia adjudicará en los próximos meses la obra que ponga fin al único punto negro de la red de carreteras provincial que une las localidades de Riba-roja de Túria y Manises. Se trata del tramo situado en la CV-370, en la intersección de la carretera Manises-Riba-roja con el bypass, una zona con una elevada intensidad de circulación que sobrepasa los 20.000 vehículos diarios.

Una vez descartada la solución inicial que obligaba a desviar la tubería de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) que canaliza el agua del Túria a Valencia y al área metropolitana y cuyo coste ascendía a casi 5,5 millones de euros, la Diputación de Valencia planteó otra alternativa. Se trata de dos glorietas que permitirán la reordenación del tráfico y garantizarán la seguridad de los conductores.
Este fue el principal punto tratado en la reunión que mantuvieron recientemente los alcaldes de Riba-roja, Robert Raga y Manises, Jesús Borras junto a la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Riba-roja, Teresa Pozuelo con el diputado de Carreteras, Pablo Seguí, quien les manifestó la prioridad de esta actuación.
En el encuentro se avanzó sobre la solución urbanística para los vecinos de Residencial la REVA que posibilitará que no se vean obligados a salir hasta la rotonda del Sector 12 y 13 para hacer un cambio de sentido y volver a entrar de nuevo en el residencial. Un desdoble del carril les posibilitará de nuevo el acceso y les conectará con el Camí de Xest.
Asimismo, la Diputación ha proyectado un carril peatonal paralelo a la vía del tren que facilitará a los trabajadores el acceso desde la estación de ferrocarril a la zona industrial.
Por último, el titular de Carreteras informó de la licitación este mes de febrero del tramo peatonal desde la urbanización El Molinet hasta el cruce con la carretera de San Antonio de Benagéber, cuya prolongación a través de un carril ciclo-peatonal unirá en un futuro las urbanizaciones de la zona Norte con el casco urbano.

Para Robert Raga, alcalde de Riba-roja de Túria “todas estas actuaciones mejorarán notablemente la seguridad de los vecinos y vecinas de Riba-roja y eliminarán puntos conflictivos para el tráfico viario como el enlace con el bypass, donde se producen múltiples accidentes o la salida del Residencial Reva, en la que se generan importantes retenciones en las horas punta”.

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