Riba-roja compra una casa antigua que contiene una torre árabe del siglo XI

+ TURIA | Junto a unos refugios de la guerra civil, el ayuntamiento desembolsa 92.000 euros en la adquisición del inmueble
El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha adquirido por un montante global de 92.000 euros una casa antigua situada en la zona de la muralla árabe de la localidad que contiene en su interior una torre del siglo XI y unos refugios de la guerra civil que en su momento se utilizaron como protección durante la contienda bélica. Esta iniciativa se enmarca en el programa EcoRiba auspiciado por las áreas de Patrimonio y Turismo.

El objetivo de la adquisición es acometer próximamente la consolidación y restauración global de este conjunto histórico así como su puesta en valor y apertura futura al público. Con una superficie de 345 metros cuadrados de construcción, la vivienda está formada por una planta baja y una primera planta, anexa a la torre musulmana insertada en el antiguo recinto amurallado.
El estado de abandono y la dejadez de los últimos años han dejado en una situación precaria y de ruina la vivienda y su torre musulmana que obligará al consistorio a poner en marcha una actuación inmediata sobre el conjunto árabe. El abandono se ha traducido en una degradación galopante, la aparición de grietas en sus muros y la pérdida paulatina de material en buena parte de su construcción.
El recinto amurallado de Riba-roja de Túria está considerado como Bien de Interés Cultural (BIC) y durante años formó parte de la antigua zona defensiva y de protección que se utilizó ante cualquier atisbo de ataque o invasión foránea. La cubierta de la torre sufre un estado de conservación muy deficiente, con pérdida de material y un elevado riesgo de desprendimiento de tejas y cascotes, con el evidente peligro para posibles visitantes o vecinos. Además, existen grietas verticales en los muros norte y sur, con una longitud considerable que cruza todo el espesor del muro. 
De la base de la muralla árabe parte un antiguo refugio de la guerra civil de cuatro metros de longitud -con dos entradas, uno por cada lado- que según los testimonios orales se utilizó como emplazamiento de protección durante la contienda militar. Su entrada está, actualmente, cegada por una de sus partes, una situación que obligará a abrirlo, inspeccionarlo y consolidarlo antes de que pueda ser visitado en un futuro. 
Cabe recordar que Riba-roja de Túria posee tres recintos amurallados vinculados a las distintas civilizaciones que pasaron por el municipio: el entorno del castillo de época romana; el asentamiento musulmán que ocupa la torre adquirida ahora; y, por último, la civilización cristiana adosada al norte del recinto árabe. También se ha planteado la posibilidad de que existiese un pequeño asentamiento judío posterior, a la vista de los restos arqueológicos hallados en los últimos años.
La construcción de la torre árabe coincide plenamente con la época de expansión económica con la participación de mano de obra llegada del sur de la península, con un carácter plenamente defensivo estandarizado a partir de los conocidos castillos, murallas y torres vigía. Desde una ubicación geográfica privilegiada, la torre cumplía una función de defensa del territorio y control del área suroeste, especialmente como vigilancia de los caminos que llegaban a Riba-roja de Túria desde otras áreas como el camino de Cheste en el área oeste o el de Torrent.    
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha subrayado que la compra de la vivienda y la torre anexa "es la visualización del compromiso firme de este gobierno por la protección y conservación de nuestro patrimonio histórico como legado para las próximas generaciones, una forma decidida por recordar el paso de las distintas civilizaciones que han pasado por nuestro municipio para que pueda ser visitado en un futuro gracias al programa EcoRiba que hemos impulsado a lo largo de este legislatura como fórmula para la revitalización económica, ecológica y patrimonial".
A lo largo de los últimos meses el Ayuntamiento de Riba-roja ha protegido las Masías de Porxinos, Mompó, Baló, la Constacia, Alcedo, Vallesa de Mandor y San Antonio como bien de relevancia local (BRL) y, además, ha solicitado a la Conselleria de Cultura la protección sobre el acueducto romano de Porxinos, los búnkeres de la Cabrasa y el Pont Vell.

Comentarios


EN TITULARES