Últimos días para visitar la exposición 'Fotógrafos Merinos' en Alpuente

+ TURIA | La muestra ofrece un viaje por la memoria gráfica de la localidad serrana en los años 40, 50 y 60 del pasado siglo
La Exposición Fotógrafos Merinos se realizó para dar el merecido reconocimiento de su labor como fotógrafos locales y fotógrafos minuteros a Blas y Consuelo. Se inauguró con motivo de las Jornadas de Puertas abiertas anuales del Museo Etnológico de Alpuente y todavía puede visitarse.

Esta exposición ha sido posible gracias a la colaboración de la familia y contó con la alegre presencia de Consuelo Sánchez y la satisfacción para todos los que asistimos de la auténtica experiencia de ver las fotografías al lado de su autora, Consuelo, de 94 años, compartiendo la historia detrás de cada foto. Esta muestra se enriquece con la cámara original que compró Blas a un fotógrafo minutero de Valencia y que los familiares han guardado todos estos años.
Esta colección se compone prácticamente de fotografías familiares y fiestas locales y cuenta con casi 400 fotografías en papel, tanto de la “máquina de patas” como de la “máquina de reportaje”, y 94 negativos en también en papel. Se trata, por tanto, solo de una pequeña parte de las miles de instantáneas que realizaron durante su época de fotógrafos y que ahora han pasado de los cajones de las antiguas mesitas de las abuelas a los álbumes familiares como único recuerdo y memoria gráfica que tenemos de nuestros antepasados y a la que contribuyeron Blas y Consuelo con su “máquina de patas”.
En ella se puede disfrutar de una importante colección de instantáneas de los años 40, 50 y 60 de los vecinos y del municipio de Alpuente. Entre las fotografías  de la “máquina de patas” se pueden ver desde las primeras fotos que hizo Blas a Consuelo y su hijo Santos para practicar y ensayar con la cámara de fotos que se acaban de comprar, pasando por las imágenes de su hija Consuelo y retratos que van marcando el crecimiento de sus hijos a la par del envejecimiento de los abuelos hasta las fiestas vecinales como carnavales e incluso una falla. Entre las fotos expuestas destacan los retratos de amigos de los que Consuelo se guardó una copia, y algunas fotos de quintos que también guardarían por aparecer algún conocido. Estas últimas muestran a los jóvenes que se iban a ir a la mili y que realizaban (y realizan) una fiesta por todas las aldeas y a su llegada a Alpuente iban a la puerta de Consuelo y Blas a inmortalizar sus quinta ataviados con las acordeones y guitarras que les habían acompañado toda la semana y los panes (rollo de quintos).
A partir de la compra de la “máquina de reportaje” comenzaron a realizar las primeras fotografías de fiestas, eventos y paisajes del pueblo ya que les más permitía movilidad. Estas fotografías también pueden verse en la exposición y reflejan un importante cambio en la moda, en la forma de vida y una modernización del municipio.
Con este trabajo el Museo Etnológico de Alpuente inicia una trayectoria que, con el apoyo del Ayuntamiento de Alpuente, pretende visibilizar el trabajo, oficios y vida de los vecinos de la localidad, personajes esenciales en la historia del municipio en la que cada uno de ellos será el protagonista.

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