La Policía Local de Vilamarxant se forma para hacer tests de consumo de drogas
+ TURIA | Una
quincena de agentes han participado en un curso de 25 horas de formación
El consumo de drogas está detrás de muchos
accidentes de circulación con víctimas mortales. Según datos de la Dirección
general de tráfico del 2016, alrededor del 40% de los conductores fallecidos en
carretera presentaban en su organismo restos de drogas o alcohol en el momento
del siniestro.
Para ayudar a reducir estas cifras, la Policía
Local de Vilamarxat ha recibido un curso para hacer controles de drogas. 15
agentes del cuerpo han asistido a 25 horas de formación en las que han
aprendido a emplear los dispositivos que determinan la presencia en el
organismo de diferentes tipos de sustancias estupefacientes, mediante un
análisis de una muestra de saliva. La formación está homologada por el
Instituto Valenciano por la Seguridad Pública (IVASPE).
La saliva, a diferencia de la sangre o la orina,
proporciona un diagnóstico rápido del consumo de la sustancia, sin ser
necesaria la utilización de equipos o personal sanitario.
Si el resultado de la prueba es positivo, se
saca una segunda muestra que se lleva a un laboratorio homologado para hacer el
análisis detallado y certificar o descartar ese positivo.
Dentro de la formación que han recibido los
agentes locales, se ha incluido una parte práctica que se ha desarrollado en
uno de los polígonos del municipio. En ella, se hicieron 17 controles y se
detectaron tres positivos, dos por cannabis y uno de cocaína.
Algunos datos sobre el consumo de drogas al
volante
Resulta llamativo el dato del número de
positivos detectados al volante a nuestro país. Según la DGT, en 2016, de los
61.000 controles selectivos de droga que se hicieron, un 39% dieron positivo.
Una proporción muy superior a la registrada en los tests de alcoholemia, donde
los positivos se situaron en el 1,5%.
El estudio también muestra que conducir después
del consumo de estas sustancias es un hecho frecuente. El cannabis y la cocaína
son las sustancias que se detectan con mayor frecuencia.
Además, según un estudio que realiza el
Ministerio del Interior cada dos años, se calcula que 12 de cada 100
conductores se ponen al volante después de haber consumido algún tipo de
sustancia narcótica diferente al alcohol.
Sanciones
Conducir bajo el efecto de las drogas o no
someterse a las pruebas para su comprobación puede suponer una sanción
administrativa con una multa de entre 500 y 1.000 euros y la retirada de 6
puntos del carné de conducir.
Si los agentes consideran que la persona es un
peligro para la circulación, se puede aplicar una sanción penal, con prisión de
tres a seis meses, multa de seis a doce meses o trabajos a beneficio de la
comunidad de 30 a 90 días, así como privación del derecho a conducir de 1 hasta
4 años.
Con esta formación, el cuerpo de Policía Local
de Vilamarxant quiere adquirir conocimientos para ponerlos en práctica y
aumentar la seguridad del tráfico rodado en el municipio.
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