Los virreyes brotan por doquier en Chelva
+ TURIA | La
localidad acoge una nueva edición del Trofeo de Ajedrez 'Villa de Chelva',
disputado bajo las reglas del 'Ajedrez del Virrey'
La Plaza Mayor de Chelva ha vuelto a ser
escenario este martes del Trofeo de Ajedrez Villa de Chelva, que, por octavo,
se ha disputado con las reglas del ajedrez del virrey según una propuesta internacional
realizada en 2015 (Virrey Chess, editorial Alenar) por José Antonio Garzón,
historiador del ajedrez nacido en la localidad.
El torneo, patrocinado por la Asociación
Cultural “La Fénix Troyana”, con la colaboración de la Comisión de Fiestas 2017
(Quinta del 80), el Club de Ajedrez Burjassot, el Ayuntamiento de Chelva, y
http://www.ajedrezdelvirrey.com/, constó de 3 categorías. El director del mismo
fue Francisco Sánchez, del Club de Ajedrez Burjassot.
Recordemos que las normas de El Ajedrez del
Virrey (AdV) son las mismas del ajedrez clásico, regido por las leyes de la
FIDE, con una excepción, relativa a la promoción del peón que viene determinada
de forma forzosa, transformándose al llegar a la octava fila en una pieza
idéntica, del mismo rango, a la que ocupa esa misma columna en la posición
inicial. Además, en el caso de la promoción en la columna de rey, el peón se
transforma en una pieza que tiene el movimiento del rey, pero no es
invulnerable, es una pieza más; a esta pieza se la denomina virrey.
De nuevo "los virreyes brotan por doquier
en Chelva". En el tablero vemos un mate con el mismísimo virrey realizado
por Carlos Carbonell. También Mateo Morell coronó un virrey.
En la categoría absoluta, al igual que el año
pasado, se ha impuesto el MF Carlos
Carbonell, del Club de Ajedrez Gambito, de Valencia, En segunda posición
terminó Jesús Chiloeches, con los mismos puntos que Salvador Blasco, tercero.
En sub-16 ganó Nicolás Bellón, seguido de Javier
Sendra (2ª), empatado con Andrés Barba (3ª). En sub-12 el ganador fue Mateo
Morell, que recordemos es el campeón autonómico sub-8. La segunda posición fue
para Jorge Albert.
Es reseñable que en las tres categoría se dieron
las promociones típicas del Ajedrez del Virrey, y, al igual que el año pasado,
la promoción que más se produjo fue en virrey (en 7 partidas). Un final, ajeno
por completo al ajedrez clásico, se dio en la partida entre Salvador Blasco y Fernando Mancebo (dos
grandes jugadores del C.A. Gambito), que terminó en tablas, pues Blasco llegaba
a un final con 3 alfiles monocolor contra el rey solitario, que no puede
ganarse: AdV en estado puro.
Carlos Carbonell, además de los trofeos, se
llevó un premio muy especial, un producto estrella de la repostería local:
rollicos de aguardiente.
Presentación internacional del ajedrez del
virrey 2T (2 Trueques)
Antes del inicio de tan singular competición —es
maravillosa la forma en la que los niños asumen, con naturalidad, las nuevas
reglas de AdV— el historiador José A. Garzón quiso dar a conocer, precisamente
en Chelva, una modalidad novedosa del AdV, complementaria de la principal, cuyo
objetivo es preservar por completo la práctica del juego-ciencia de la era
tecnológica. Garzón y Luis Zaragozá
presentaron, asimismo, la planilla modelo de esta modalidad, que presenta novedades importantes.
La propuesta, con sólida justificación
histórica, pues se nutre de una idea original de Francesch Vicent —el primer
autor del ajedrez moderno—, de finales del siglo XV, rinde también tributo al
ajedrez aleatorio de Bobby Fischer.
Esta es su esencia: antes de comenzar el juego,
cada jugador realiza dos trueques, de manera alternativa, de dos piezas propias
de la primera fila. Hay algunas normas que conviene conocer (ver documento en
pdf adjunto).
La partida stricto sensu comienza tras los dos
trueques; esa es la posición inicial real. En este punto surge un rasgo
enraizado por completo con la esencia del AdV: con los trueques
"viaja" la propia columna, es decir, la genuina promoción en columna
del AdV se rige por esa posición inicial. Esta norma otorga a la partida una
complejidad tal vez nunca vista en un tablero de ajedrez. A menudo, los
jugadores tendrán promociones disímiles, pues el equilibrio se ha perdido, de
forma irrecuperable, desde la misma posición inicial.
Merece destacarse que el AdV 2T tiene 8836
posiciones iniciales distintas, recordemos que el Fischerrandon Chess tiene
960. Esta modalidad, complementaria de la principal, supone un reto creativo
inmenso para los ajedrecistas, con la ruptura total con la teoría de aperturas
y, por supuesto, del final del juego. Todo ello respetando la esencia del
ajedrez, y nutriéndose de la milenaria Historia del juego.
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