La Universidad de Barcelona publica una obra con una selección de los diarios de Francisco Candel
+ TURIA | El
periodista y escritor, nacido en Casas Altas en 1925, es una de las grandes
figuras históricas del Rincón de Ademuz
"Es uno de los dietarios más importantes de
este país y de la cultura española, si no el más importante". Así de
categórica se mostró en público la responsable de la Unidad de Estudios
Biográficos de la Universidad de Barcelona, Anna Caballé, cuando presentó,
hace unos días, 'El gran dolor del mundo' (Debate), libro que reúne en 900
páginas una bien surtida selección de los diarios del escritor Francisco Candel
(Casas Altas, Valencia, 1925 - Barcelona, 2007), que abarcan el
período que va de la muerte de su madre, en enero de 1944, a la del general
Franco, el noviembre de 1975.
Fotografías del archivo familiar de Paco Candel |
Conocido sobre todo, de entre 56 títulos
publicados, por la novela 'Donde la ciudad cambia su nombre' (Janés, 1957) y
por su estudio de la inmigración los otros catalanes (Edicions 62, 1964), sus
diarios, hasta ahora inéditos, no sólo revelan el taller literario de un autor
obsesionado con la corrección de sus textos y abrumado por la censura y para
llegar a fin de mes. También sorprenden al descubrir un hombre torturado por
demonios familiares y que, más allá de un humilde intelectual autodidacta con
imagen de hombre bueno, se revela precozmente con ideas firmes y criterio
propio, comprometido a fondo con el antifranquismo y la Cataluña de las clases
populares.
A pesar de los huecos temporales en las décadas
de los cuarenta y cincuenta, y que siguen inéditas las libretas personales
posteriores a 1975 -Candel mantuvo un diario hasta poco antes de morir, hace 10
años-, su minucioso trabajo periodístico de "diariar" (neologismo
acuñado por el mismo autor) y el nada habitual en literatura punto de vista
social del escritor, siempre fiel a sus barrios y a las clases subalternas,
convierten este dietario en un documento histórico excepcional. Además de una
paleta donde Candel -que quiso ser pintor, como su primo Juan Genovés, antes de
que escritor- esboza y recopila el material que luego utilizará en sus obras,
el dietario es sobre todo un valioso mapa y una fiel crónica sin censurar de la
Cataluña y la España de la época. Caballé compara la obra con los diarios de
Manuel Azaña, si bien Candel es más prolífico y variado, para que, además de
tomar notas en clave política, lo hace también en clave sociológica, cultural,
religiosa, antropológica, costumbrista, introspectiva... He aquí una muestra de
"cosas que es necesario escribirlas, relatarlas", para que, como apunta
Candel en mayo de 1953, queden "como detalle para la historia". LEER ARTÍCULO COMPLETO
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