Chelva abre al público el Refugio Antiaéreo de la Iglesia
+ TURIA | El
Ayuntamiento de la localidad presentó este martes los trabajos de
rehabilitación de un patrimonio único y de gran importancia para entender la
historia local
El arqueólogo Juan José Ruiz, en el refugio antiaéreo de Chelva |
El Ayuntamiento de Chelva presentó este martes,
6 de diciembre, el nuevo elemento patrimonial e histórico recuperado en el
casco urbano de la localidad: el conocido como refugio antiaéreo de la iglesia.
En un Salón de Plenos abarrotado, Robert Rubio,
alcalde la localidad serrana, y Juan José Ruiz, arqueólogo municipal y de la
Mancomunidad del Alto Turia, acercaron a vecinos y visitantes la historia y
trabajos realizados en este corredor subterráneo que sirvió de protección a la
población durante la Guerra Civil Española.
Aprovechando el día conmemorativo de la
Constitución, el primer edil chelvano realizó un rápido repaso a la labor que
desde el consistorio se está llevando a cabo dentro del proyecto de recuperación
de la memoria histórica, marco en el que se incluye la recuperación del
refugio. Rubio quiso hacer especial hincapié en la importancia geográfica y
estratégica de Chelva durante la Guerra Civil, como centro de reclutamiento y
reorganización de tropas de las líneas de defensa XYZ, que defendieron el
territorio valenciano tras la caída del frente de Aragón ante el ejército
franquista. Un período "muy importante para Chelva y al que hasta ahora no
se le ha dado su justo valor". Entre los proyectos que el Ayuntamiento de
Chelva quiere poner en marcha dentro de este plan municipal, se encuentra la
recuperación de las trincheras de la zona norte, "una línea defensiva en muy
buen estado creada en el año 38", la divulgación fotográfica de aquel
período (con una pequeña muestra en el propio Salón de Plenos) o la puesta en
valor de la figura de Joaquín Calvo Diago, chelvano, que se convirtió en uno de
los grandes aviadores del bando republicano durante la contienda.
Acto seguido, el arqueólogo Juan José Ruiz
realizó un repaso al patrimonio bélico chelvano, con especial atención a los
refugios antiaéreos, "construcciones singulares y sin parangón en los
alrededores". Además del refugio de la iglesia, Ruiz explicó la
existencia, constatada arqueológicamente o a través de testimonios orales, de
hasta una decena de refugios a lo largo y ancho de la localidad, algunos
incluso con varios siglos de antigüedad y reutilizados en la época de la
contienda civil del 36.
Respecto al refugio antiaéreo de la Iglesia,
cuya presentación era el acto central de esta cita, Ruiz destacó su buen estado
de conservación así como sus dimensiones. Un refugio que ha aportado además
"sorpresas arqueológicas" durante el mes que han durado los trabajos, especialmente al retirar los escombros con
los que fue colmatado y en los que han aparecido diversos elementos de distintas
épocas, desde cerámica y azulejos a objetos industriales.
"El refugio se encuentra a ocho metros de
profundidad, para lograr la mayor protección posible, y avanza por debajo de
los cimientos del templo. Una de sus entradas estaría directamente en la
iglesia (durante la guerra utilizada como taller mecánico) y ese sería el
trabajo que queda por hacer para completar su rehabilitación completa. Un
trabajo que, evidentemente, requiere del permiso eclesiástico".
No obstante, el refugio antiaéreo es una buena
muestra de la construcción bélica de la época: un pasillo de apenas un metro de
ancho, por unos 40 de largo, con diversos zigzag y un corredor lateral con
atril, donde se refugiarían los vecinos. En esta sección perpendicular ha
aparecido además un candil de la época así como diversos soportes para lucernas
en todo el recorrido.
"Por la historia oral que aún atesoran
algunos vecinos, sabemos que al menos en cinco ocasiones hubo una alerta de
bombardeo sobre la población, por lo que entendemos que al menos en esas cinco
ocasiones sí se le dio uso real aunque, por suerte, no llegó a caer ninguna
bomba sobre la localidad".
Acto seguido, los más de 200 vecinos y
visitantes, se desplazaron hasta la entrada del refugio para visitarlo en pequeños
grupos de 10 personas donde pudieron ver y sentir lo que "se pudo vivir en
aquellos tiempos".
El corredor ha sido rehabilitado gracias a la
aportación del Plan de Competitividad Turística de la Mancomunidad del Alto
Turia y siguiendo los cánones de la época, desde su misma entrada, escaleras de
acceso e iluminación tenue. En los exteriores, un panel explicativo detalla las
características del mismo. La visita al refugio antiaéreo podrá realizarse
dentro del plan de guías turísticas que cada fin de semana se ofrecen desde el
Museo Arqueológico de Chelva, integrándose como un elemento más de repercusión
y "atractivo único".
Los interesados pueden concertar visitas guiadas
poniéndose en contacto con los responsables del Museo local.
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