Riba-roja ordena el cierre de la última cantera por su impacto ambiental
+ TURIA | La
licencia municipal expiró a finales del mes de diciembre; se han extraído más
de 34 millones de toneladas de tierra
El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha
ordenado el cierre de la última de las cuatro canteras que operaban hasta ahora
en término municipal tras expirar el pasado 31 de diciembre la licencia
administrativa para la extracción de piedra y tierra en la partida conocida
como el Pla de Totxar, en el área sur, junto a las áreas residenciales de la Llobatera
y Masía de Traver y tras extraer más de 34 millones de toneladas.
La Junta de Gobierno local ha aprobado en
votación ordinaria requerir a la mercantil Aristaria -propietaria de la
cantera- el cierre de la actividad que lleva a cabo en esta zona de Riba-roja
al tiempo que ha notificado, además, a la empresa su obligación de proceder a
la inmediata restauración de la zona tras más de dos décadas de extracción de
tierra y piedra.
Extracción sin permisos
La empresa propietaria de la cantera comenzó su
actividad en un área de notable valor ecológico cercano a los restos existentes
del acueducto romano de Porxinos hace más de dos décadas aunque no fue hasta
octubre del año 2003 cuando se firma el convenio entre ambas partes -previo a
la concesión de la licencia definitiva- en la denominada cantera del Porvenir
con el objetivo expreso funcionar como planta de hormigón en su actividad
principal así como con las complementarias, dedicadas a la trituración y
clasificación de áridos.
El informe municipal de la Junta de Gobierno
subraya que las licencias de trituración de áridos no se aprobó de forma
definitiva hasta febrero de 2008, la de extracción de piedra caliza en enero de
2005 y la de planta de hormigón en junio de 2009, por tanto, la empresa
funcionó sin el correspondiente permiso durante años por la pasividad
municipal.
Entre los argumentos esgrimidos por el
ayuntamiento para proceder al cierre de la cantera cabe destacar una sentencia
del Tribunal Superior de Justicia valenciano que aceptaba un recurso del
Ayuntamiento de Riba-roja de Túria en contra de una resolución de la
Conselleria de Medio Ambiente en la que concedía a la citada empresa la
declaración de interés comunitario (DIC) para la cantera por un periodo de 15
años.
Un nuevo fallo del Tribunal Supremo avalaba la
sentencia previa de la jurisdicción valenciana por tres motivos: el plazo de 15
años no estaba justificado, los accesos a la cantera no estaban definidos y,
por último, los magistrados consideraban que en su momento no respetó la
distancia mínima de seguridad de 50 metros respecto de los restos arqueológicos
de Porxinos.
Por tanto, el actual gobierno de Riba-roja
subraya que no cabe dudas sobre la finalización del convenio entre ambas partes
con fecha 31 de diciembre pasado ya que "a a partir de esa fecha el ayuntamiento
no puede sentirse vinculado por el mismo, sino que debe ejercer su potestad en
orden a requerir el cierre de la actividad y la restauración ambiental del
espacio afectado por la explotación".
El convenio firmado en el año 2003 entre la
empresa y el consistorio obliga a la mercantil al pago de 6.010 euros anuales
por la actividad de la planta de hormigón y una cantidad exacta por la
actividad de trituración y clasificación de áridos. Además, otros 30.050 euros
anuales con fines de interés social, además de otras contraprestaciones como la
pavimentación de caminos municipales, otorgar al ayuntamiento otras 6.000
toneladas de zahorra hasta el cierre de la trituración, 12 camiones de hormigón
al año, la donación de un autobús municipal y la colaboración en la
restauración de un molino.
El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha
manifestado que con la ordenación del cierre de la última cantera
"cumplimos el compromiso con todos los vecinos de velar por el respeto a
la legalidad vigente en estos momentos y por ello ordenamos el cese de la
actividad ya que se ha cumplido con creces el plazo para el que tenía concedida
la licencia municipal; durante años estas actividades han producido un enorme
impacto ambiental en nuestro entorno y ahora es el momento de reponerlo".
Algunos estudios de ingeniería cifran en 62'3
millones de metros cúbicos la extracción de áridos durante los más de 25 años
en los que han operado las cuatro canteras en Riba-roja de Túria, cuya
facturación anual superaba, en su conjunto, los 50 millones de euros. Las
licencias caducaban entre los años 2012 y 2013, aunque a continuación se
renovaron por otro periodo añadido que concluía en diciembre pasado.
Comentarios
Publicar un comentario