"La Laponia Española se encamina a su muerte biológica en 20 años"

+ TURIA | Francisco Burillo: "Hasta un 13% del territorio es oficialmente un desierto demográfico donde no existe un plan de desarrollo por parte de los gobiernos autonómicos ni central"
Hay muchas formas de gastarse unos fondos estructurales de la Unión Europea para desarrollo rural. Se puede crear una red de universidades, como en Escocia; impulsar proyectos de turismo sostenible, como en Finlandia; o acondicionar un centro de interpretación sobre las caras fantasma de Bélmez, como en España.
Tal como explica el diario EL CONFIDENCIAL, se trata de tres enfoques que evidencian la falta de rumbo de nuestro país en la batalla contra la despoblación. Una tragedia europea en la que, según las estadísticas, España se lleva la palma. Hasta un 13% del territorio es oficialmente un desierto demográfico, ya que su densidad de población es inferior a 8 habitantes por km², registro solo igualado por Laponia. De hecho, ya es común el término Laponia del Sur para referirse a esa superficie que comparten hasta cinco comunidades autónomas. Con una diferencia: mientras la Laponia finlandesa se consolida como referente mundial en desarrollo social y económico en áreas remotas, la Laponia española se encamina a la muerte biológica dentro de 20 años.
"Se trata del territorio con la tasa más alta de envejecimiento, el más deshabitado y también el más desestructurado de toda la Unión Europea", sentencia Francisco Burillo, catedrático de la Universidad de Zaragoza. 
"Una superficie el doble de grande que Bélgica y sobre la que no hay inversión ni existe un plan de desarrollo por parte de los gobiernos autonómicos ni central. Si no se toman medidas urgentes, el sector agroalimentario de al menos la mitad de ese territorio va a desaparecer en diez años. Y con él, desaparecerá la cultura tradicional y la custodia del patrimonio cultural y natural, que ya hoy están muy deteriorados", prosigue el catedrático, autor del término Serranía Celtibérica para designar esa región en la que viven 487.000 personas e impulsor de una asociación con el mismo nombre.
Solo Laponia, en el extremo norte de Finlandia, y Highland, en el norte de Escocia, padecen las mismas tasas de despoblación que la llamada Serranía Celtibérica. Y ambas se sitúan en la vanguardia europea en proyectos de recuperación demográfica. En Highland, por ejemplo, han conseguido no solo detener el abandono rural, sino casi recuperar las tasas de población de hace 30 años (232.950 habitantes en 2013). Una de las claves ha sido canalizar el esfuerzo a través de Highlands and Islands Enterprise (HIE), una agencia de desarrollo del Gobierno de Escocia creada hace medio siglo. En la actualidad, cuenta con un presupuesto anual de 70 millones de euros para gastar libremente en iniciativas para revertir la despoblación y modernizar la economía local. LEER ARTÍCULO COMPLETO

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